Vistas de página en total

jueves, 13 de junio de 2013

Nubenegra: Un tipo con suerte

Los que me conocéis más tiempo seguramente pensareis "Carlos, el Nubenegra, con suerte... ¿qué está pasando?", los que no me conocéis tanto no estaréis entendiendo nada, así que primero os pongo en antecedentes y unos y otros muy al final del texto entenderéis por qué escribo esto.

Sería el año 1999 o 2000 aproximadamente y debido a mi forma de ser, siempre muy serio y sobretodo debido a mi pesimismo extremo  algunos amigos me empezaron a llamar Nubenegra. Al principio no me parecía un mote con mucho futuro pero a la gente le parecía que encajaba perfectamente con mi estado anímico y al cabo de unos años todos mis conocidos me llamaban así. Por aquella época me sucedieron unas cuantas cosas no muy afortunadas que agravaron aún más todo y les dieron más motivos para seguir con el mote.

¿Por qué llegué a ser así? Estas cosas no suelen tener un motivo concreto y yo no tengo ni idea de psicología pero me imagino que todo viene de bastante lejos, por ejemplo por un final de infancia y una adolescencia bastante poco felices que no creo que ayuden para desarrollar un carácter muy alegre y además los años siguientes que son los que ahora cuento lo empeoraron todo…

Serían finales de los 90 y desde entonces y hasta hace unos meses mi vida ha sido una montaña rusa pero con una inmensa mayoría de momentos malos. Épocas bastante oscuras en las que me he sentido extremadamente mal por varios motivos, uno era la sensación de estar muy sólo en cuanto a amistades o en cuanto a no tener pareja pero lo en el fondo lo peor era por no sentirme bien conmigo mismo, por el futuro incierto por la falta de motivación o de trabajo o por trabajos en los que no me sentía bien. Todo lo veía mal.
Después cuando llegaban épocas buenas tenía ráfagas de ser feliz gracias a los amigos o mi pareja o por un buen trabajo y compañeros, pero casi nunca he tenido una felicidad plena en todos los ámbitos al mismo tiempo. He dicho casi nunca, que conste que si que hubieron años buenos.
El problema principal, una vez más, era mi forma de ser, me tomaba fatal los malos momentos, los problemas, las rupturas, las despedidas, las perdidas... y en vez de pasar página, casi siempre le daba vueltas a lo mismo, en vez de olvidar "acumulaba". Insisto que esto es muy resumido.

 Harto de muchas cosas en lo personal y profesional acabé en Suecia, allá por Enero de 2011, en una búsqueda desesperada de un nuevo comienzo. Y me salió mal, pero además del fracaso en cuanto a no encontrar trabajo, que era lo básico, lo peor estaba por venir en la parte personal. 
Toqué fondo al volver a Valencia y cuando digo esto no lo por decir, me dí cuenta que no podía seguir así, no me podía tomar así las cosas porque igual que acabé un día pegándome cabezazos hasta sangrar contra lo primero que pillé al tener un ataque de nervios, podría acabar haciendo otras tonterías ya que en esos momentos no eres consciente de lo que haces. No le deseo a nadie verse en esa situación.
Eso si, cuando decidí cambiar de mentalidad y parecía que veía luz al final del tunel y empezaba a ser algo más feliz volvió la cosa a empeorar  por culpa de una historia rocambolesca que afectó a mucha gente de mi entorno y a mi obviamente y que me acabó de hundir del todo.

 - Abro aquí un paréntesis para enfatizar ciertos hechos importantes -  

En estos 10-15 años que comento, desde finales de los 90 hasta ahora, hubo varios momentos especialmente duros los cuales mezclados con mi constante estado depresivo (Nunca he ido al psicólogo a pesar de recomendármelo todo el mundo, así que imagino que no será correcto llamarlo depresión si ningún profesional lo reconoció como tal, yo solo se que lo que se dice ganas de vivir no tenía muchas, llamadlo como queráis) me hundieron bastante más. Primero fue la perdida de mi abuela paterna en 2001 que me pilló totalmente desprevenido y la cual fue la primera perdida de un ser querido y en su caso demasiado querida. Un palo muy gordo, toda la familia por ambas partes la queríamos lo inimaginable porque probablemente sea la persona más generosa que hayamos conocido y tenía una forma de ser que encantaba a todo el que la tratase.
Con la soledad de aquella época no lo llevé nada bien durante mucho tiempo como era de esperar.

En otro momento totalmente distinto llegó otra gran perdida, mi abuelo materno en 2009. Mi situación personal no tenía nada que ver, no me sentía tan sólo, tenía trabajo, etc, tuve mucho apoyo esta vez, pero fue muy duro igualmente porque no solo perdí a mi abuelo, perdí a quien me crió y con el que pasé más horas que con mi madre, y por supuesto más que con mi padre ya que ellos se separaron cuando yo era pequeño. Incluso los últimos meses antes de venirme a República Checa aún me parecía oír silbar cuando alguien entraba en casa como cuando lo hacía él... es muy difícil acostumbrarse a que ya no esté cuando prácticamente convives con esa persona a diario y de repente se va para siempre. Eso si, a pesar de que lo pasé muy mal es una situación para la cual te vas preparando cuando esa persona se va haciendo más mayor y empieza a tener problemas de salud cada vez más a menudo. Lo malo es que estaba en el hospital y sinceramente pensaba que volvería a casa esa vez pero creo que se cansó de verse ya tan débil y se dejó llevar. A mi particularmente me dejó muy tocado que mi última conversación con él fuese echarle la bronca por no poner de su parte cuando le intentaba ayudar y se enfadó conmigo. Esos últimos minutos me afectaron mucho, no es la despedida que uno quisiera tener con alguien tan importante en su vida.

Y cuando volvía a pasar otra época “regular” en casi todos los aspectos llegó otro inesperado golpe, la muerte repentina de un amigo, Steve. Cualquiera se puede imaginar lo difícil que es aceptar algo así por mucho que con ese amigo se hubiese perdido contacto por un tiempo. 

 - Fin del paréntesis -

Volviendo al momento de tocar fondo a mediados y finales de 2011, como decía iba acumulando todo y ya no podía más así que empecé a cambiar de mentalidad poco a poco, intentaba no autocompadecerme tanto y aferrarme a las cosas que me hacían un poco feliz y la esperanza de irme del país, conseguir trabajo e intentar por segunda vez un “reseteo” vital. De manera brusca, de una semana para otra, apareció la oportunidad y me vine a Brno y eso que había conseguido empezar a estar un poco mejor conmigo mismo y volver a sentir que tenía un gran grupo de amigos en el que apoyarme, pero claro, el ambiente en España con ese desánimo infectando el aire y con noticias a diario que solo mostraban la punta del iceberg de lo podrido que está todo, seguía siendo un empujón importante para huir de la piel de toro. Tenía que intentarlo y no lo pensé más, hice las maletas y me vine a una ciudad que solo conocía por su circuito y a un trabajo que nada tiene que ver con lo que me gustaría hacer. Así que aquí empezó está nueva época de mi vida.
Fue muy difícil los primeros meses y lo sigue siendo en parte entre otras cosas porque la gente no habla inglés. Pero al principio sin ningún tipo de apoyo de amistades aún es una situación más complicada y es entonces cuando algo empieza a cambiar. El estar así me ha hecho mentalmente mucho más fuerte, tener que afrontar muchas cosas sin nadie te enseña hasta donde puedes aguantar. A todo esto se le suma el poder viajar y volver a tener un trabajo y que a pesar de no tener un grupo de amigos como los que tengo en Valencia al menos he hecho unas pocas muy buenas amistades. Puede parecer una chorrada y parecer que no haya afrontado algo tan duro todos estos años pero para mi, con la forma de ser que tengo y sobretodo por cómo solía tomarme todo me ha servido de mucho.

Decir que he empezado a ser plenamente feliz es mucho pero si que he dado un paso muy importante porque por fin he conseguido estar en paz conmigo mismo. Esto es algo que la mayoría puede que no entienda porque probablemente lo ha estado siempre y no sea ni consciente de lo que es no estarlo pero que si no lo estas y eres consciente, como yo lo era, es muy difícil convivir con ello.

Y esta es la noticia que quería compartir en compensación por todos los años que solo habeis oido lo negativo. Ya no tiene casi sentido aquel mote, imagino que me seguirán llamando así pero por inercia, de verdad que ya nada es lo mismo que antes. Como es obvio no he cambiado radicalmente, nadie lo apreciará si habla conmigo después de este tiempo. No me he convertido en un optimista empedernido ni soy “la alegría de la huerta” sencillamente he aprendido a darle importancia a ciertas cosas y a quitársela a muchas otras, he aprendido ser más “pasota”, a ir más a la mía a intentar centrarme en disfrutar de los pequeños placeres que la vida te ofrece y que suelen ser eclipsados por otros problemas más gordos.
Tantos malos momentos y en concreto esos especialmente duros al perder a gente me empujan a intentar seguir a mi manera el famoso “Carpe diem”.


Pero claro el guión de la vida nunca suele ser como los finales de Hollywood, ahora que el protagonista de la historia debería aparecer andando por una carretera mientras la imagen se va fundiendo a negro y aparecen los créditos haciendo pensar al espectador que todo a partir de aquí va ir a mejor, en vez de eso hay otro giro en los acontecimientos.

Justo al poco de tener una conversación sobre los problemas de estar lejos de la familia y amigos cuando suceden acontecimientos importantes o que si pasa algo el problema desde la distancia se multiplica, a los dos días recibo la noticia desde Valencia de que tuvieron que sacrificar a mi gata porque enfermó de repente y que a pesar de los esfuerzos ya no se pudo hacer nada. Era mayor pero estaba completamente sana. Quien me conoce y sabe cuanto quiero a los animales se pueden hacer una idea de cómo lo pasé. Siren era muchísimo más importante de lo que os podéis imaginar, vale si, los que la conocieron saben que era un tipo de gata no especialmente cariñosa para los "extraños en casa", pero con mi familia y conmigo, arañazos aparte, era muy distinta. La compañía que me hizo en aquellos años tan oscuros para mí no tiene precio y nunca lo olvidaré.

Pero sin tiempo para recuperarme del mazazo llegó el momento más duro y difícil de mi vida cuando me comunicaron que mi padre había fallecido en un accidente de tráfico múltiple. Sinceramente no puedo describir lo que se siente cuando te dicen algo así y en los días y semanas posteriores. A día de hoy sigo sin creerlo o aceptarlo, aún se me pasan por la cabeza cosas como “tengo que llamarle para contarle esto o lo otro” y obviamente en ese mismo momento sientes cómo si te clavaran un cuchillo en el estomago al acordarte de la triste realidad.

Gracias a este nuevo estado que antes contaba estoy intentando afrontar las cosas de otra manera, si esto me pasa hace unos años no se cómo estaría ahora mismo y no quiero imaginarlo.
Pero aún así no estoy bien en absoluto, tiene que pasar mucho tiempo, de momento mientras van pasando las semanas sigue siendo durísimo. Intento estar siempre ocupado, hablar con la gente, hacer excursiones, viajes, pensar en cualquier cosa distinta, pero siempre hay momentos de cada día que ha pasado desde entonces en los que no puedo evitar recordar que ya no está y evidentemente ponerme fatal. En concreto el peor momento de cada día es al volver del trabajo, en esa media hora hasta llegar a casa se me siguen escapando las lágrimas, supongo que mi cabeza deja de lado los millones de líos de las 8 horas anteriores y recuerda una y otra vez que ya no volveré a verle.

El contar como era mi padre lo debería dejar para otro texto aparte, pero básicamente puedo decir que cometió varios errores muy grandes en su vida y en cierto modo los años siguientes pagó por ellos de una forma o de otra. Evidentemente hablo de dejar a mi madre por otra persona, nadie en ambas partes de la familia le perdonó en muchos años (además la separación no fue nada amistosa y casi nadie le quiso ver en un tiempo, incluso mis hermanas y yo). Pero errores aparte todo el mundo que lo conoció sabía lo buena persona que era, eso si con un humor muy peculiar que a primera impresión y según a quien podía incluso molestar.
Quizá por no haber pasado tantos años sin él en casa, sin haber crecido con él, por ser causa de infelicidad durante esa ruptura familiar, el recuperar la relación con el poco a poco hizo que al cabo de los años fuese una relación más parecida a una amistad que a la de alguien que ha tenido una figura paterna siempre a su lado. Porque además, por influencias de mi infancia o por simple afinidad siempre coincidíamos en los mismos o parecidos gustos por la música, cine, ideas políticas, sociales y cosas mucho más trascendentales o triviales.

Y este es el por qué de ésta reflexión. Nunca vi nada positivo en mi vida, me cegaban los problemas pasajeros, las preocupaciones que no llevan a nada más que a más preocupaciones pero ahora cuando la vida me arrebatado a alguien tan importante y de la manera tan dolorosa que lo ha hecho, me doy cuenta de todo lo que me ha dado por otro lado. Ya he hablado de la abuela tan maravillosa que tuve, del abuelo que me crió y me enseñó tanto o del padre que me partió el corazón de pequeño pero al que nunca dejé de querer y admirar pero ahora he abierto los ojos respecto a la suerte de haberles tenido a todos ellos y a la suerte por toda la familia que sigo teniendo. Decir que tengo unas hermanas y una madre que no me merezco se que suena a frase típica y barata, pero es así, nunca lo he merecido, siempre ha sido muy difícil convivir conmigo y sinceramente no se cómo lo aguantaban. Y por si fuera poco por tener el resto de familia que tengo, abuela materna, tíos y tías, primos, hace que aún me sienta más afortunado si cabe.

 Por supuesto que con los amigos me sucede lo mismo, al final pasan los años y la gente que merece la pena sigue ahí y aunque pasen semanas o meses sin saber de ellos nada cambia cuando vuelves a contactar ya sea por teléfono, redes sociales o una visita. Está claro que es distinto porque a los amigos los eliges o aparecen en unas circunstancias y casualidades que te van sucediendo a lo largo del tiempo pero la familia es la que te toca y en esa lotería me tocó premio.

Lo único que no me gusta respecto a las amistades es no poder tener tanto contacto como me gustaría con todos, muchas veces pasa gente por tu vida solo unos meses o años y es una pena que solo se quede ahí, y al final te das cuenta que es imposible mantener todo para siempre y es cuando esas cervezas o cafés de “una vez a las mil” se hacen tan importantes.

Ahora que mi mentalidad está cambiando miro atrás y me duele haber amargado a tanta gente con mi carácter, muchos se que perdieron la paciencia conmigo y yo perdí muchos años retorciéndome en todo lo negativo y no aprecié lo suficiente la suerte que tenía al tener a cierta gente a mi lado y eso me hizo no disfrutar de muchos momentos.

Así que, como ya llevo haciendo hace unos meses, voy a aprovechar todas las situaciones posibles para seguir conociendo gente que merece la pena, seguir visitando lugares sean espectaculares o no, seguir haciendo lo que me hace sentirme vivo como en mi caso ir a conciertos, ir a carreras ir al cine, salir una noche a hablar de chorradas o del sentido de la vida… Sobretodo porque ahora más que nunca con todo lo que acaba de pasar no puedo permitirme volver al “lado oscuro”, así que prometo poner todo de mi parte.

En breve vuelvo a Valencia por unos días y me volveré a abrazar con mucha de la gente que he hablado y eso ya eclipsará casi todo lo que necesita ser eclipsado.

Así que, como decía antes, podéis seguir llamándome Nubenegra pero queda bastante claro que después de todo soy un tipo con bastante suerte.


[Nunca suelo hacer publicos temas tan personales pero necesitaba soltar todo esto de alguna manera y ojalá sirva para que más de uno/una me perdone por no haber sido la mejor de las compañias durante los últimos años. Perdón también por las faltas de ortografía, por el rollo que he soltado y por no saber escribir en general, ya se que salto de unos temas a otros a lo loco y me voy por las ramas, pero total tampoco lo va a leer casi nadie...y tampoco me importa.]

 Para acabar me gustaría compartir las últimas lineas de una canción que a él también le encantaba:

"Cargado para siempre de deseo y ambición
Hay un hambre que sigue insatisfecha
Nuestros ojos cansados siguen alejados del horizonte
Aunque bajo este camino hemos estado tantas veces

La hierba era mas verde
La luz era mas brillante
El sabor era mas dulce
Rodeando de amigos
La bruma del amanecer brillando
El agua fluyendo
El rio interminable

PARA SIEMPRE JAMÁS"

Canción: High Hopes 
Grupo:Pink Floyd

No hay comentarios:

Publicar un comentario