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martes, 22 de febrero de 2011

ESTOCOLMO, ¿Quén dijo frío?


Ya se que puede parecer mentira pero lo que alguna vez yo también había oído de que casi da lo mismo estar a -10º que a -20º puede que sea relativamente cierto.
No solemos salir muchas noches, a veces ni el fin de semana, pero ese sábado teníamos que salir porque en un Rock Bar tocaba un grupo tributo a KISS, así que íbamos a salir si o si. Y claro siendo dos "nubenegras" como somos adivinad cúal fue la noche que más frío ha hecho desde que estamos aquí...
Si, lo habéis acertado, fue esa, la que salimos nosotros.

Básicamente en cuanto abrimos la puerta para salir del hotel donde vivimos ya notamos que algo era distinto y ahí está el tema curioso, el resto de días estábamos entre -5º y -15º y al pisar la calle no notábamos más frío que esos días. Un frío que, todo sea dicho, con la ropa adecuada es completamente soportable y poco molesto, mucho menos que el frío que te cala hasta la columna en Valencia. Pero ese día, como decía, algo era distinto, se estaba igual de "bien" en la calle pero a los 2 segundos empiezas a notar cosas raras: ¡¡¡¡se te están congelando los mocos!!!!
Si amiguitos, empiezas a sentir como la nariz por dentro te hace cosquillas y se solidifica mientras las orejas se te duermen y si no eres consciente de tu propia temperatura siempre puedes sentir cómo se te hielan los pendientes en las orejas y en la nariz (que es mi caso); ¡¡Bienvenidos a los -22º!!
No pudimos notar mucho más porque en poco tiempo pillamos el bus y luego el metro para llegar a Estocolmo. Salir del transporte público siempre es el peor momento porque es cuando el frío te pega un puñetazo importante. Y peor aún es cuando dejas de andar porque tienes que hacer cola para entrar al Pub. Ese fue de los peores ratos que he pasado y ha sido básicamente porque estuvimos parados unos 20 minutos antes de entrar.

Acabó el concierto, nos fuimos, y ahora tocaba andar después de pillar el metro porque autobús ya no había desde el pueblo donde nos dejaba el metro hasta donde vivimos (unos 20 minutos). Nada más salir 
de la estación reconozco que lo pasé un poco mal, pero en cuanto andas un poco no hay problema y os aseguro que en Valencia he pasado más frío andando cuando ha hecho frío y las temperaturas ni siquiera eran negativas.

Y ahora si que empezó lo gracioso, además de congelarse la nariz por dentro lo cual es una ventaja porque así no te cae el moquillo simplemente se hiela, se te iba también helando la cara y de la propia humedad que generábamos se nos iba congelando la barba, las pestañas, etc. De hecho yo veía borroso de vez en cuando. Pero de lo que no me di cuenta hasta que me avisaron es de que se me había congelado el pelo, todo lo que no me tapaba el gorro o la chaqueta se había quedado blanco. En fin que lejos de ser unos malos momentos por sufrir un frío así fue una curiosa experiencia, ya que ninguno de los dos habíamos notado nunca esas temperaturas, es más nos íbamos descojonando todo el rato…
Ah, y no os engañeis, lo que se ve blanco en las fotos no es nieve, de hecho no estaba nevando, es hielo


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